Esta obra de Feliciano Barrios, catedrático de Historia del Derecho y de las Instituciones de la Universidad de Castilla-La Mancha y reconocido especialista en la materia que nos ocupa, se adentra en el estudio de la monarquía hispánica bajo los Austrias desde su doble condición de Imperio universal y católico.
Como pieza central de tan vasto aparato y titular de una corona extendida sobre dos mundos, el rey es analizado en su simbología diversa: armas reales, insigne Orden del Toisón de Oro, sello real y firma regia. Pero la figura de monarca se convierte, a su vez, en un poderoso imán que genera un espacio para su desenvolvimiento, una corte y un sistema de gobierno.
El espacio es Madrid, el Real Alcázar y otros sitios reales como el Buen Retiro, de los que el autor efectúa una sugerente evocación como puntos de encuentro de pleiteantes, grandes, secretarios y consejeros.
La corte aparece marcada en la monarquía universal por un complejo entramado de precedencias, procesiones, bodas, bautismos y exequias reales, donde tanto los acontecimientos sacros como profanos son la excusa para mostrar un boato reflejo del poder de esa monarquía.
Finalmente, el autor afronta el análisis del sistema de gobierno polisinodial, desde una perspectiva general con el estudio de los conflictos competenciales entre los Consejos de los diferentes reinos e instituciones y de los mecanismos regios de control, pasándose a continuación a tratar el significado y posición de cada uno de ellos, de sus principios, reglas y ritos para la emisión de las consultas.