En 1992 la Unión Europea se propuso el proyecto de implantar una moneda única, el euro, que diez años después era ya una realidad y es hoy compartida por los 19 estados que constituyen la Eurozona. Mientras que durante los primeros años fue celebrado y considerado un éxito rotundo, a raíz de la crisis de 2008 cobraron fuerza las voces en contra. Además de ofrecer de un modo claro las claves de ese cuestionamiento, este libro plantea las siguientes preguntas: ¿hay algún modo de llevar el euro a su término sin provocar el caos en la zona, y posiblemente en el mundo?
Europa ha experimentado casi una década de estancamiento, que en el caso de algunos países ha llegado a ser depresión… ¿Cómo es posible que en Estados Unidos, país donde se originó la crisis debido a la mala gestión del sector financiero, la recuperación esté siendo mucho más veloz? Stiglitz sostiene que el problema de fondo es, sencillamente, el euro.
El proyecto que se diseñó para unir Europa y contribuir a su prosperidad está haciendo precisamente todo lo contrario, y como Stiglitz explica con la claridad que le caracteriza, mientras que los beneficios de continuar con el euro (ambiguos y básicamente de orden psicológico y político) son limitados, los costes, incluidos el continuo estancamiento económico y la depresión, son inmensos.