En 1497 muere el príncipe don Juan, heredero de los Reyes Católicos, lo que da inicio a un conflicto sucesorio en las coronas de Castilla y Aragón que se extenderá durante más de veinte años. Estamos ante una encrucijada decisiva en la historia de España, en una época de transición: es la hora del cardenal Cisneros. Confesor de la reina Isabel desde 1492, arzobispo de Toledo en 1495, inquisidor general de Castilla y cardenal en 1507, ocupó la regencia del reino en dos ocasiones (1506-1507 y 1516-1517). Sin embargo, la figura de Cisneros abarca facetas que van más allá de su labor política. Su ideal renovador le llevó a reformar la Iglesia, al tiempo que su vertiente humanista se plasmó en la fundación de una de las universidades más importantes de su tiempo, la de Alcalá de Henares, y en la creación de la Biblia Políglota Complutense.
La detallada investigación del historiador Joseph Pérez atiende a todas estas cuestiones y analiza la figura de Cisneros como hombre fuerte de su tiempo. Aunque no logró imponer sus criterios, dejó un ideal de gobierno que se basaba, por una parte, en el concepto de Estado como servicio público que debe situarse por encima de las facciones y de los partidos, y por otra, en una monarquía nacional en la que prevaleciera la búsqueda del bien común sobre intereses dinásticos o patrimoniales. Esta documentada biografía del «cardenal de España» ofrece una visión novedosa de Cisneros: para su tiempo, fue un visionario, un estadista de la modernidad, quizás el más perspicaz y progresista que tuvo Europa en aquel tiempo. Desgraciadamente para España, su hora llegó tarde.