El ser humano se siente responsable de su propia vida y, aunque con una cierta ambigüedad e insolidaridad, responsable también de la vida de los demás. La cultura contemporánea ha convertido esa responsabilidad en una encrucijada de valores, y la técnica plantea cada día innumerables cuestiones éticas sobre el cuidado de la vida.
El presente libro se ocupa, entre otros temas, de la concepción de la vida, la conservación de la salud, la muerte humana y la ecología. Y lo hace desde una perspectiva trascendente, pues para la fe cristiana Dios es la «fuente de la vida». Creer en un Dios Creador y amigo de la vida, creer en el Cristo resucitado y creer en el Espíritu «Señor y dador de vida», implica una actitud positiva y responsable ante la existencia humana.