Hans Kelsen es reconocido como el más importante jurista del siglo XX. Hans J. Morgenthau, por su parte, es calificado como el fundador de la disciplina de las relaciones internacionales. Ambos autores compartieron un mismo trasfondo cultural, e incluso se vieron afectados de forma muy similar por los difíciles tiempos que les tocó vivir, cuando Europa fue invadida por el totalitarismo y estalló la II Guerra Mundial. Sin embargo, ambos desarrollaron dos sendas teóricas completamente opuestas para abordar el problema de la paz. Kelsen consideró que el derecho era el mejor instrumento para conseguir la paz. Morgenthau, en cambio, defendió que la solución se encontraba en la política, y no en el derecho.
¿Deben ser los tribunales internacionales los encargados de resolver cualquier conflicto entre estados?, ¿o, por el contrario, debemos confiar la resolución de esos conflictos a los prudentes diplomáticos, que sabrán conjugar los intereses de las distintas naciones hasta lograr un equilibrio de poderes? ¿Son preferibles las soluciones objetivas y universales supuestamente ofrecidas por el derecho, o las soluciones subjetivas y particulares que proporciona la política?, ¿existe un camino intermedio? Estos son los dilemas que aborda este libro, a partir de poner frente a frente el pensamiento de dos grandes figuras: Kelsen y Mor