La expresión nativo digital se suele usar para denominar a aquellos nacidos a partir de mediados de los 90, quienes supuestamente acostumbrados a la presencia de ordenadores y otros dispositivos digitales en sus vidas no necesitan que nadie les enseñe a utilizarlos, lo que en la opinión de los que firmamos este libro, y de muchas otras personas, es un error de bulto.
Muchos de ellos si los sacas de Instagram, Snapchat, YouTube o de los programas que utilizan para descargarse música y películas, son tan patosos como el que más. Tampoco tienen ni idea de sus derechos y deberes en esta era digital.
Tampoco los padres salen muy bien parados en esto: a menudo miran para otro lado en cuanto al uso de las mal llamadas nuevas tecnologías -se les viene llamando así desde ni se sabe hace cuánto tiempo- y esperan que sea en el colegio donde se eduque a sus hijos al respecto, cuando en realidad esa educación tiene que tener lugar sobre todo en casa, y probablemente empezando con la adquisición de las competencias digitales pertinentes por parte de los padres.