El régimen del 78 establece el consenso socialdemócrata, sobre el cual se asienta la hegemonía cultural de la izquierda y, con el tiempo, la pérdida de identidad de la derecha. Este consenso es la causa del ascenso de los populismos, el infantilismo político y social, el desprecio al individualismo, el miedo a la libertad, el incremento de la desigualdad, y la idolatría del Estado. La nueva derecha liberal, que se rindió a la socialdemocracia, debe reconstruirse con principios políticos y económicos sólidos y propios. Solo recuperando sin complejos las ideas y el espíritu del liberalismo podrá evitarse el camino hacia la servidumbre. En el presente libro se describen los efectos nocivos de la socialdemocracia, y se abordan los principios, discurso y organización que necesita la derecha para afrontar los nuevos retos.
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