Invertir se basa, sobre todo, en el sentido común. Ser propietario de una cartera diversificada de acciones y mantenerla a largo plazo es un juego de un ganador. El sentido común nos dice (y la historia lo confirma) que la estrategia de inversión más simple y más eficiente es comprar barato y mantener acciones de empresas que cotizan en bolsa nacional. La verdadera fórmula del éxito en inversión es abarcar la totalidad del mercado y, a la vez, minimizar significativamente los costes de la intermediación financiera. Y eso es lo que ofrecen los índices, y lo que este libro explica.
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