Un pensador de tan aguda sensibilidad hacia las desigualdades y las injusticias sociales como John Stuart Mill (1806-1873) no pudo menos que sentirse atraído por las ideas y teorías socialistas hasta el punto de llegar a declararse en cierto momento de su vida «más socialista que demócrata». Los «Capítulos sobre el socialismo», reunidos póstumamente por su hijastra Helen, estaban llamados a integrar un libro dedicado a exponer sus ideas sobre esta corriente de pensamiento político, en especial como modalidad alternativa de administración pública.
El temperamento mesurado y cautamente optimista de Mill se transparenta en estas páginas llenas de reflexiones atinadas y de esperanzada confianza en el género humano. «La civilización» (1839) es una breve pero sustancioso texto en el que, en el contexto de las nuevas sociedades que empiezan a formarse como resultado de la revolución industrial, Mill somete a escrutinio el principio democrático, previniendo la barbarie a que pueden dar lugar los excesos del gobierno representativo.