El grupo es la base de nuestra existencia como personas: eso es algo que ya sabemos, pero que conviene recordar una y otra vez. Resulta más extraño decir que los grupos pueden ser tanto la cruz que cargamos a lo largo de nuestra vida como el refugio en el que encontramos apoyo, identidad, solidaridad y cariño.
Este libro ofrece pruebas que demuestran que las dos cosas son ciertas. Lo hace con un lenguaje sencillo y coloquial, aportando ejemplos fácilmente identificables extraídos de la vida cotidiana.
En cuento a los autores, Amalio Blanco es catedrático de Psicología Social en la Universidad Autónoma de Madrid. Y tanto Amparo Caballero como Luis de la Corte son profesores de Psicología Social en la misma universidad.