Vivir, compartir, anunciar, evangelizar. Congreso Católicos y vida pública. Madrid 17, 18 y 19 de noviembre de 2023
Algunos dirán que parece que fue ayer. A otros, más jóvenes con certeza, les parecerá que 25 años es un tiempo casi infinito, toda una vida. Lo cierto es que el Congreso Católicos y Vida
Pública, hecha realidad por su primer director, Alfonso Bullón de Mendoza, y por quien inmediatamente se hizo cargo de él. Carla Diez de Rivera, cumple en este 2023 los primeros 25
años de existencia. Aquellos primeros directores, interpretando la intuición de Coronel de Palma, le dieron la configuración que en muchos aspectos mantiene hasta hoy. Los que les
sucedieron, Francisco Serrano Oceja y Rafael Ortega, supieron ir adaptándolo a las necesidades de cada momento y de los tiempos de la ACdP.
El Congreso ha sabido mantener una línea coherente con el espíritu con que fue concebido: un afán de mostrar a la sociedad el valor y la potencia de la propuesta
cristiana. Pero también de crear un punto de encuentro entre las distintas realidades católicas. Con el objetivo de cimentar nuestra unidad y buscar vías de proyección hacia el conjunto de la sociedad.
En la reflexión que, con motivo de esta efeméride, hemos hecho en el seno de la Comisión Ejecutiva, hemos podido constatar, con agradecimiento a todos los que ayudaron a hacerlo posible, que
el Congreso ha realizado, a lo largo de los años y sobre los temas más dispares, un verdadero sinfín de actividades: cientos de conferencias, mesas redondas, talleres de trabajo, foros, conciertos, etc…
En su seno se han podido vivir innumerables momentos en los que han brillado los valores tan gratos de la amistad, la solidaridad, la hermandad, el trabajo colectivo; también ha habido tiempo para
la diversión o la alegre tertulia en torno a la mesa o el café. Y, sin duda, otros de la mayor solemnidad, tales las misas de clausura retransmitidas a toda España por RTVE, o de recogimiento ante el
sagrario. Todo eso ha conformado, qué duda cabe, la historia externa de los Congresos Católicos y Vida Pública, pero si hemos de señalar un hilo conductor de tantos y tantos momentos y actividades,
coincidiremos en señalar el deseo de evangelizar, la tensión por llevar la luz del Evangelio a todos los pliegues de la vida pública, precisamente a todas esas esferas de la vida política, social y cultural de
las que ha sido escrupulosamente excluido por la acción de unos y la omisión de muchos otros.