Democracia española en cuarentena
La crisis sanitaria derivada de la pandemia del coronavirus —o, mejor dicho, la reacción de los poderes públicos para afrontarla— no sólo ha evidenciado algunos de los principales problemas sistémicos de la democracia española (como las debilidades del carácter social del Estado, la corrupción, los serios desajustes de la organización territorial del poder del Estado, la pérdida de funcionalidad de los partidos políticos e instituciones o el importante déficit de medios personales y materiales que arrastra el sistema judicial), sino que ha revelado o agravado otros, entre los que cabe destacar la deficiente confección de nuestro derecho de crisis, el fortalecimiento del Poder Ejecutivo (paralelo al decaimiento de las funciones parlamentarias legislativa y de control del Gobierno, que ha llegado hasta el extremo de ser aceptado por el propio Parlamento) y la agudización de la deriva presidencialista de nuestra forma de gobierno en detrimento del carácter parlamentario con que la Constitución la define, a cuyo análisis dedicamos la presente obra.