Esta obra invita al lector a entender el fenómeno terrorista como parte del universo de los delitos transnacionales, los cuales son cada vez más dinámicos y ubicuos, pues no se trata de forma aislada a una sola actividad criminal sino a múltiples de ellas haciéndolos prácticamente inclasificables.
La lectura de esta investigación muestra cómo la existencia del terrorismo ha sido negada en México, pese a ser el país en el que la violencia criminal ha trascendido más que en ninguna otra nación a nivel global en lo que va del siglo XXI. La propuesta que aquí se presenta advierte que el vecino de una de las potencias mundiales como es Estados Unidos, no ha querido reconocer que no tendría por qué ser la excepción ante el flagelo del terrorismo, pese a la evidencia de que el territorio mexicano es uno de los países más violentos del mundo.
La autora analiza y define como hecho delictivo el mensaje criminal del grupo Estado Islámico (DAESH), al que identifica como la organización que ha logrado obtener más impacto y ganancias delictivas por la expansión de su red de comunicación global que por sus ataques directos a civiles.
Este análisis se vale además de una clasificación o tipología del mensaje terrorista, el cual puede tener una intencionalidad instructiva y doctrinaria, pero también reivindicativa y confesional.
El aporte en la descripción del mensaje terrorista propone una tipología o perfil aplicable a cualquier mensaje criminal, tomando como ejemplo el fenómeno terrorista, así como la influencia de la semiótica de otros terrorismos que han emulado la escena del crimen de sus antecesores separatistas y de su estructura simbólica, como ha ocurrido con la influencia de ETA en el mensaje terrorista de organizaciones criminales como los denominados ecoterroristas y algunas formaciones del narcotráfico en México.
Pero este libro no sólo abre novedosas líneas de investigación para la criminología y la política criminal, también indaga en los orígenes y la ambigüedad polisémica que impide un consenso internacional para definir penalmente qué es terrorismo y qué no.
Rodríguez Castro, además hace un recorrido por los movimientos escatológicos de la Edad Media, los anarquismos, neoanarquismos, las sectas, el bandolerismo social, las autodefensas o la policía comunitaria, para rastrear qué hay de terrorismo en estas manifestaciones de violencia, a veces cultural y estatalmente legitimadas.
El lector tiene en sus manos un libro especializado, pero que está escrito de forma accesible para cualquiera que se interese en estos temas, pues la información que encontrará en él sin duda cambiará su perspectiva sobre el futuro del crimen transnacional.