Vivir a contratiempo
La vida es una experiencia gratificante, aunque también es un camino agridulce. Los acontecimientos cotidianos marcan una andadura que cada persona lleva en su interior e intenta reflejar en un espejo día tras día.
En este poemario, el autor se desnuda interiormente y se declara de entrada un aprendiz de poeta. Su poesía está enraizada en su tierra, en Aliaga, el pueblo que le vio nacer, y en Zaragoza, la ciudad donde reside. Son versos en los que la emoción y el sentimiento laten al unísono y dibujan un camino de ilusiones y esperanzas.
Es también un homenaje a sus poetas preferidos, esas musas que le han inspirado y le han trazado una ruta que transita por las veredas del amor, de la belleza, de la soledad, de la nostalgia y del recuerdo de los que ya no están entre nosotros.
Es una vida a contratiempo la que late en estos poemas, porque el itinerario es complicado y efímero. Por eso hay una invitación a disfrutar del presente, a intentar ser feliz y a caminar en compañía de las personas que van dejando una huella en su vida.
José María Ariño intenta compaginar la poesía tradicional con una versificación más libre y más versátil. El fruto de todo ello es esta antología que no dejará indiferente a ningún lector.
Vivir a contratiempo