Ante la pregunta ¿Europa se hace en las crisis?, López Aguilar responde «No en ésta». Porque la Gran Recesión (2008) ha devenido en una glaciación europea de política y proyectos.
El autor describe cómo esta glaciación tiene su expresión más lacerante en un divorcio entre los objetivos proclamados (TL, ELSJ y CDFUE) y los incumplimientos impunes de los Estados miembros.
Según López Aguilar, el resultado ha sido un retroceso en derechos, repliegues cruznacionales, auge de populismos y extrema derecha, así como pérdida de calidad democrática.
Y no sólo en Hungría o Polonia, sino en la (hasta ahora) -última estrella caída- en forma de Brexit, Reino Unido, en los países fundadores… y en la Europa del Sur. En este último caso visible en los destrozos al Estado Social, a las libertades (Ley Mordaza en España), al pluralismo informativo y al descrédito de la política. Este libro viene a denunciar esta deriva regresiva.
Examinando los latidos de resistencia en el Parlamento Europeo y en el Tribunal de Justicia de la UE, y diseccionando las pulsiones contra la integración que se perciben en la creciente mirada negativa contra inmigrantes y refugiados (vistos como una amenaza a la cultura y seguridad europeas).
Y como resultado de esta regresión: la suspensión de Schengen, las desconfi anzas cruzadas y la rebatiña de egoísmos en el Consejo de la UE, actual «eslabón enfermo» del cuadro institucional. En un ambiente de explotación del miedo y de la política del odio, de eurofobia rampante, y de ausencia de liderazgo de los gobiernos, hoy sin coraje ni visión para elaborar un nuevo relato europeo, el autor defi ende que la UE necesita como nunca de europeístas que voten con convicción y con ganas, y que lo hagan con más fuerza que los antieuropeos.