¿Cómo detectar el maltrato psicológico? ¿Soy en realidad una víctima por parte de mi pareja, o es que estoy pasando por una mala racha personal? ¿Cómo es posible que me pase esto a mí? ¿Cómo debo actuar? ¿Lo cuento o lo silencio? ¿Quién puede ayudarme y cómo?
Estas y otras preguntas son las que se hacen todos los días miles de mujeres que sufren esta forma de victimización. La nula visibilidad objetiva y física de estas situaciones ubica a este tipo de maltrato en un túnel del que hay que salir, partiendo primero de que se debe reconocer la posición de víctima para resolver el problema. Para ello, es fundamental la ayuda del propio entorno, de toda la sociedad y de los profesionales enfocada hacia quienes padecen maltrato psicológico. Las víctimas no son culpables de nada. Son víctimas.
La novela se centra, precisamente, en la historia de una abogada experta en resolver problemas de familia, tanto en casos de ruptura como de maltrato, que, casi sin darse cuenta, acaba siendo víctima por parte de su pareja de los ataques que ella resuelve, pero que no detecta en ella misma.
La abogada encuentra en la práctica del running con una amiga una forma de contar su problema y buscar la forma de salir de él, aunque el desarrollo de los acontecimientos en la novela se complica por el carácter posesivo de su pareja y la negativa de este a acabar con su matrimonio de ninguna manera, aun a sabiendas del sufrimiento de su pareja.