La tragedia de Emilio del Horno, famoso director de cine, es general: afecta a todos los seres humanos. Es la pérdida de algo.
En su caso concreto, la pérdida de su fama y, lo que es mucho peor para él, la pérdida de la persona que más le quería: su mujer
Diez años después del suicidio de su esposa, con su carrera totalmente destrozada, decide aceptar un pequeño trabajo de un benefactor privado que regenta varios clubs de alterne. El trabajo se presenta fácil, pero pronto se verá atrapado en medio de dos frentes donde nada es lo que parece y la mentira es una moneda de cambio común.