Cuando encontré el libro misterioso jamás soñado lo primero que hice fue abrilo y me tropecé con letras, dibujos a fuego, agua, a viento dibujos que nunca por su formas vi. Pensé de inmediato sentarme e ir pasando lentamente cada hoja como si en cada una estuvieran todas las pinturas que no se han pintado todos los cuentos
escritos que no se han escrito y, aún así, pensé que lejos queda de la realidad este libro sin igual.
Amable Arias