El agua es el patrimonio más preciado de nuestro planeta, pero ni es un recurso ilimitado ni toda la población mundial puede acceder a él con facilidad. En algunos países, el agua es un tema de debate sobre su gestión y el negocio privado que se deriva de ella, por lo que es preciso un nuevo paradigma que junto a su potencial escasez futura, incluya el derecho humano a su acceso y una administración eficaz y eficiente.
Para ello, es necesaria una perspectiva de la gestión del agua como servicio público en su contexto histórico y geográfico sin eludir los avatares políticos y considerando las formas alternativas de esa gestión y gobernanza, así como su evaluación objetiva para garantizar el derecho al agua y su conservación. Asimismo, es fundamental que la sociedad entienda la importancia de un uso responsable del recurso y los costes derivados del ciclo del agua.