«Pocos libros podrán llegar a ser considerados más infames, dañinos y mezquinos que el Malleus Maleficarum. Llegará el día en que a todas las gentes el conocimiento de su contenido produzca incredulidad, luego un horror indescriptible y, por último, indignación, pues ningún libro podrá jamás causar tanta maldad en el mundo ni tener tan trágicas consecuencias como ha tenido su redacción, cuya tinta aunque guiada por las palabras de otros, solo yo plasmé en mi labor de escribano. Tan maldita obra ha llegado a servir a sacerdotes y jueces católicos para llevar a la hoguera a cuantos ellos consideraron que rendían culto a la brujería».
Así comienza la historia que nos relata en primera persona el joven novicio Servacio Vanckel quien deberá trabajar en la ciudad de Colonia al servicio de dos oscuros y sádicos inquisidores, atormentados por sus propias lujurias.
Pronto el joven destacará tanto por su habilidad en la confección de pergaminos y su escritura, como también por su sagacidad y una inquieta inteligencia que le hará acompañarse de extraordinarios personajes como un fraile borracho y lujurioso o una hermosa prostituta adolescente.
Juntos iniciarán una peligrosa aventura en la que el objetivo final será la destrucción del Malleus Maleficarum, un manual considerado por muchos como maldito, y por otros como la obra final que justifique la persecución a una supuesta brujería por la que fallecieron miles de inocentes a finales del siglo XV.
Esta es su historia, la de una Iglesia cínica, hipócrita y lujuriosa tomada ya para entonces por muchos por un auténtico PROSTIBULUM.