Arte acción experiencia

Este libro se centra en el arte en tanto que acción y experiencia, además de algunos artistas, especialmente de ámbito hispano, que de algún modo estuvieron vinculados con las transformaciones artísticas de la segunda mitad del siglo XX. Aunque las transformaciones se producen lentamente, podemos decir que a partir del siglo pasado los artistas quisieron unir el arte con la vida, razón por la cual los conceptos de proceso, acción, experiencia o vivencia cobraron una mayor relevancia. Esta transformación hunde sus raíces en Duchamp y el movimiento dadá, y a partir de ahí se concreta poco a poco en distintos focos que prestan su atención a aspectos complementarios de esta idea. Uno de ellos, especialmente significativo, es el desarrollo de las teorías de arte como experiencia, llevadas a cabo especialmente por John Dewey. Estas teorías influyeron en John Cage y el Black Mountain College y continuaron su recorrido con el movimiento Fluxus. Así, estas ideas se fueron expandiendo y encontrándose con otras de origen familiar como el accionismo Vienés, el grupo Gutai o tantas otras corrientes de estilo performático. Asimismo, se podría hablar del arte conceptual, el arte de acción, las instalaciones, el videoarte hasta llegar a las intervenciones callejeras del Street Art. Pese a sus diferencias y divergencias, a todos estos movimientos les unía el deseo de superar una estética anquilosada y una concepción objetualista del arte, así como dar mayor peso al espectador.
Siguiendo esta línea, esta corriente dejó su huella en el ámbito español. Algunos grupos y autores se definieron cercanos a esta corriente de manera explícita como ZAJ, Grup de Treball, o, más recientemente, Isidoro Medina-Valcárcel, Nacho Criado o Elena Asins. Sin embargo, hay muchos más artistas que fueron influidos por estas tendencias a los que no se suele contar entre sus filas. Así pasa con autores como Antoni Tàpies. A lo largo de varios años de trabajo, el proyecto de investigación «Experiencia estética en la acción. Antoni Tàpies: una nueva perspectiva» (2016-2019), que culmina con este volumen, ha podido comprobar que, aunque en ocasiones rechazó ser identificado con dichas corrientes, tanto sus escritos como sus obras demuestran que muchas de sus inquietudes se encuadran dentro de esta gran corriente.
La revisión que se ha hecho muestra que, tanto en su caso como en otros, fue la propia historia del arte o la crítica la que les encasilló en las fases iniciales de su evolución artística sin tener en cuenta su progresión o su conexión con otros movimientos. Además, en el caso hispano, se produjo una comprensible lectura de su obra como producto de un contexto sociopolítico concreto, en general relacionado con el franquismo. Si bien esta lectura es correcta, puede restringir a los autores y empequeñecerlos, ocultando su verdadera dimensión internacional. Sin embargo, la distancia histórica con la que se pueden estudiar hoy estos autores pone de relieve que su obra es equiparable, por la universalidad de sus planteamientos, con la de quienes participaban de los grandes movimientos que ocupaban el panorama artístico occidental.
Por tanto, el objetivo de este libro es hacer una relectura de su obra y la de otros autores que, aun formando parte consciente del contexto histórico, político y artístico en el que vivieron, tuvieron una dimensión mayor que este. De este modo, se trata de poner de relieve nuevas miradas sobre su obra desde una perspectiva no suficientemente tenida en cuenta en el mundo de la estética. En este sentido, esta presente revisión de sus obras es una deuda con ellos para conseguir que sean estudiados como merecen y, al mismo tiempo, servir de catalizador para que haya más estudios que revisen el discurso oficial de tantos autores.
Por último, las páginas que tenemos por delante no sólo abarcan distintas corrientes artísticas y autores, sino también diversas disciplinas: la filosofía, la literatura, la historia del arte o la museología, entre otras. Desde esta perspectiva interdisciplinar se persigue otorgar una mirada caleidoscópica que abra nuevos horizontes de estudio sobre la relación del arte con la experiencia y la acción. En definitiva, del arte con la vida.