1ª edición, abril 2016
Galland Books
SINOPSIS
Nacional-Socialismo y Marxismo-Leninismo, dos doctrinas políticas estrechamente vinculadas a dos regímenes políticos que forman parte de la historia contemporánea. Las tergiversaciones, harto interesadas, de estas dos doctrinas son dignas de estudio.
Terminada la Segunda Guerra Mundial, la poderosa maquinaria de propaganda de la URSS hizo posible la desaparición casi total del término Nacional-Socialismo transformándolo en «fascismo alemán», así el Nacional-Socialismo de Hitler nunca había existido !Lo que hubiera disfrutado Mussolini en su vanidad de haber sobrevivido…!
La explicación a esta paradoja «o mejor dicho, desatino- se basa en: 1) No se podía tolerar en modo alguno que la palabra «Socialismo» apareciera asociada a «Nazismo». 2) Convenía unificar a los enemigos del Comunismo (URSS) en un solo enemigo, para poder así combatirlo mejor.
Más todavía, la poderosa maquinaria de propaganda soviética hace creer a más de medio mundo después de la II Guerra Mundial que el socialismo marxista auténtico radica en la URSS, en tanto que los partidos socialdemócratas existentes en los países occidentales representan un socialismo «edulcorado». Sin embargo, ni Lenin ni su partido bolchevique fueron admitidos en la Internacional Socialista.
En este libro, aparte de la exposición de lo antedicho, el lector encontrará documentos difíciles si no imposibles de localizar en español, v.gr. el texto literal del testamento político y del testamento privado de Hitler, el texto literal de la legislación antijudia (de la que todo el mundo habla, pero pocos han leído), incluyendo su famosa Schawangerschaftsunterbrechung «ley del aborto», anticipándose en 50 años a la «progresista» ley española. También, el intercambio epistolar entre Franco y Churchill (1944-45), como sabemos, la certera definición acuñada por Churchill el 5 marzo 1946 «el telón de acero» se hizo mundialmente famosa, pero se ignora las advertencias hechas por Franco por carta en noviembre de 1944, mientras que Churchill, haciendo caso omiso, elogiaba a Stalin en su discurso ante la Cámara de los Comunes.
También podrá encontrar la versión literal de las notas taquigráficas de la sorprendente discusión entre Churchill y Stalin, bajo la presidencia de Truman, acerca de las represalias contra España propuestas por Stalin en la Conferencia de Potsdam (julio 1945).
