Ha sido la integración en el Espacio Europeo de Educación Superior el factor que ha impulsado un cambio más radical en la comprensión de la Universidad en general y de las actividades docentes en concreto.
El Espacio Europeo de Educación Superior parece responder al deseo de construir un “referente europeo” en materia de educación e investigación, con un aumento de la competitividad internacional.
En definitiva, todo un esfuerzo normativo que parece responder a una nueva perspectiva sobre la enseñanza superior, con los siguientes parámetros:
– En primer lugar, definición de los objetos de la enseñanza en términos de “competencias” (“conocimientos” y “habilidades”, como capacidades complejas aplicables a una gama de tareas.
– En segundo lugar, apuesta por el sistema de créditos como una medida del aprendizaje (valores numéricos que no equivalen a carga lectiva, sino a la “carga real de trabajo del estudiante”).
– Por otra parte, en esta novedosa asignación de roles, parece exigirse al profesor un esfuerzo adicional, ya que ha de guiar al estudiante en su labor de “autoaprendizaje”.
– Por último, las instancias promotoras de este proceso de cambio insisten en la incorporación de las nuevas tecnologías en el proceso de enseñanza.
Este cambio de panorama merece una amplia reflexión que aborde los distintos aspectos que definen el nuevo modelo universitario. A este propósito responden los autores y autoras de esta obra, con aportaciones sobre diferentes temas: el concepto de “competencia”, el valor de las nuevas tecnologías, la figura de los profesores tutores, el sistema de créditos ECTS, la importancia de las guías docentes, el aprendizaje basado en problemas… estos y otros temas son tratados desde una perspectiva multidisciplinar, dentro del ámbito del Derecho, intentando, en todo caso, ofrecer propuestas prácticas con las que contribuir a un necesario intercambio de ideas.