El padre del escritor Arno Geiger vivió siempre en la misma población y en la misma casa, donde también nacieron sus hijos. Pero desde que padece Alzheimer se siente como un extraño en su propia casa y pide volver a todas horas. Quiero volver, dice continuamente. Ya estás en casa, repite su hijo.
Esta es la historia de un desconcierto inicial y de un muro posterior, pero tiene un mensaje positivo, porque no olvida lo mejor que puede aportar la enfermedad: la ternura que inspira quien te necesita y la grandeza de poder devolver todo el amor que en otro momento te han regalado. Un relato autobiográfico que es una lección de vida sincera, lúcida y útil.