Cambio climático una oportunidad de futuro. Reflexiones desde el liderazgo
Se aborda en este trabajo la incidencia que la transformación ecológica va a tener sobre el conjunto de políticas que afectan a dicho fenómeno y, específicamente, la vinculación del objetivo ambiental con los fondos de recuperación y resiliencia de la Unión Europea.
Prólogo
I. CONTEXTO GENERAL
La sociedad mundial se encuentra en una profunda transformación, probablemente, la más aguda y rápida que se lleva vivida desde la revolución industrial. Con vocación de síntesis podríamos indicar que esta transformación tiene dos grandes ejes: la tecnología y el medio ambiente.
La transformación tecnológica se caracteriza esencial por su rapidez y por su intensidad. Muchas cosas cambian sus pautas de actuación y lo hacen con una rapidez e inmediatez que no habíamos ni imaginado.
Pero, sin duda, es el otro eje –el del medio ambiente– el que cuesta más explicar. La sociedad había asumido unos hábitos en los que la concienciación sobre la incidencia en relación con el legado generacional no formaba parte de los valores de aplicación ni de los valores reinantes.
De alguna forma podríamos decir que el ritmo de la historia ha puesto más énfasis en el crecimiento y en el desarrollo que en los efectos del mismo sobre el hábitat en el que se producía esta actividad desenfrenada.
Es cierto, sin embargo, que la sociedad moderna se ha visto paulatinamente comprometida con las repercusiones del crecimiento, pero, también, con las de los propios hábitos de consumo o de actuación. El medio ambiente ha pasado de la macroestructura a lo cotidiano, a lo humano, al quehacer de cada día no de quienes realizan una actividad económica sino de los hábitos y las pautas más comunes de los ciudadanos.
El alcance de esta transformación está por definirse en su configuración y, especialmente, en su intensidad. Lo que es evidente es que la concienciación social existe, forma parte de los programas políticos de cualquier nivel público y, sobre todo, se ha proyectado sobre la realidad económica y social de una forma que, claramente, es irreversible. En este tema, como en otros, se hace buena la frase de Lao Tsé cuando decía aquello de “no hay que ir para atrás ni para darse impulso”.
II. EL DERECHO, LOS JURISTAS, LA SOCIEDAD Y SUS EXIGENCIAS
Un reto como el que estamos planteando es de tal calibre que necesita el esfuerzo y el impulso de la sociedad en su conjunto. Más allá de esta obviedad es lo cierto que la ordenación social de la vida humana para la realización de la justicia que servía de definición del Derecho a Angel Latorre está, igualmente, en un proceso de transformación sin precedentes.
La transformación no es sólo el cambio de leyes. No es la sustitución de unas por otras. La esencia del Derecho es llevar a la realidad la transformación impuesta por la nueva ordenación. Es notorio el déficit ejecutivo de muchas normas en nuestro país. La tentación de transformar la realidad únicamente desde el cambio normativo es una tentación que a estas alturas se nos ofrece insuficiente para la satisfacción de las necesidades sociales. Las normas están llamadas a transformar la realidad, pero es la ejecución de las mismas la que produce esa transformación que se ampara en el principio democrático de la sustitución de los marcos legales.
Pero, al margen de esto, en el ámbito de la protección ambiental pronto nos hemos dado cuenta de la insuficiencia del modelo territorial normativo como palanca del cambio. La afección al medio ambiente no se para en la frontera ni responde únicamente a criterios territoriales. Esto ha obligado a un esfuerzo de internalización del problema, de concienciación colectiva y de reglas comunes con las que sumar los esfuerzos en una misma dirección.
Adicionalmente, la propia técnica legislativa y reguladora se ha transformado. Muchos mandatos, prohibiciones y determinaciones solo son reconocibles a partir de la asunción de estándares de medición o de control o, incluso, de valoración que soportan las denominadas “mejores soluciones técnicas disponibles”.
Estos cambios transforman la labor del jurista. Nos están “abriendo la mente”. Nos lleva a colaborar con otros profesionales a asumir sus planteamientos a intercambiar esquemas de operatividad funcional para que todos podamos cumplir nuestra labor. Esta labor es apasionante, uno más de los retos para los abogados y para los profesionales. También aquí podríamos volver al principio y decir que en plena sintonía con la transformación tecnológica. Ambos ejes nuclean nuestra necesidad de adaptación y transformación.
III. LA VISIÓN DESDE BROSETA
En el marco que, sucintamente, acaba de definirse, se sitúa la iniciativa que ahora presentamos y que es consecuencia del esfuerzo y de la imaginación de la Firma. BROSETA trata de ser una firma con vocación de inserción social. Los problemas de la sociedad son los nuestros no solo como profesionales sino como opción personal. Esto nos lleva a estar atentos a los cambios y las transformaciones sociales y a intentar estar en el conjunto de los debates que van nucleando esta transformación.
Queremos ser parte de los problemas sociales, queremos estar en los debates, tener opinión contribuir a modular las opciones sociales. Lo que ocurre en la sociedad es, por propia convicción, un elemento que nuclea nuestra actividad profesional. Tenemos que ser capaces de dar a nuestros clientes y a la sociedad una visión clara de lo que pensamos, de lo que hacemos, del contexto, de las formas y los medios de funcionalidad social.
En este contexto, con una plantilla muy joven, con muchos profesionales que han interiorizado en su vida y en su comportamiento el factor ecológico, creíamos importante ser capaces de vertebrar el pensamiento y ofrecer una línea de posición y contenido en el ámbito del medio ambiente y el cambio climático.
La iniciativa fue a recaer en uno de nuestros profesionales más veteranos y, por tanto, más comprensivo con los problemas sociales. Su comprensión y su altura de miras llevó a Francisco Ruiz Ruiseño a organizar y coordinar una Jornadas sobre el Cambio Climático poco antes de que entrara en vigor la normativa legal del mismo tenor. De aquellas jornadas esta obra que resume y amplia con algunas aportaciones adicionales, la reflexión que se hizo.
La organización de Paco nos ha permitido contar con ilustres personalidades de la vida social española. Exministros, catedráticos, altos directivos de empresas y del sector han compartido, con algunos de nuestros socios, unas jornadas ciertamente interesantes sobre aspectos que tienen que ver con la ordenación jurídica, la convivencia con el desarrollo y el crecimiento económico y los proyectos de resiliencia que tanto preocupan en este momento y que forman parte del compromiso europeo para salir conjuntamente de la crisis. El medio ambiente es una de las líneas estratégicas de estos Proyectos y, desde luego, de nuestra reflexión.
En nombre de todos cuantos componen BROSETA nuestra gratitud a quienes aceptaron las invitaciones, asistieron a las sesiones y asumieron, adicionalmente, el compromiso de escribir sus ponencias para esta publicación. Nuestra gratitud y nuestro reconocimiento porque nos sitúan ante un fuerte compromiso de bilateralidad con quienes lo son todo en el liderazgo social y han aceptado una obligación tan específica como esta. Este compromiso es especialmente ilusionante porque permite comprobar cómo la inquietud, la presencia y el debate son factores que acaban nucleando las relaciones sociales. Haber sido el cauce para que esto ocurra es motivo de orgullo y, sobre todo, de agradecimiento. Gracias a todos por la atención, el compromiso, la disponibilidad y el trabajo.
Esta Obra es, por tanto, fruto de un trabajo intenso en la celebración de las Jornadas, el seguimiento de las mismas y en su articulación como una publicación sistemática y ordinamentalmente ligada a aquellas.
A partir de aquí, y como conclusión, me gustaría indicar que esta iniciativa (algunas otras del mismo tenor en las que hemos participado) son, igualmente, parte del compromiso de BROSETA con la sociedad y con los profesionales de la abogacía. Queremos estar, queremos tener opinión y queremos ser cauce de los debates con pluralidad, intereses contrapuestos, y aproximaciones diferentes. Así es la forma en la que entendemos que debemos ejercer la profesión, desde el respeto y la máxima presencia y dedicación.
Manuel Broseta
Presidente de BROSETA