Descripción
Decidir hechos y argumentar con pruebas. Materiales para una teoría de la prueba en los procesos judiciales
El libro aborda el proceso judicial como un espacio donde se deciden hechos a partir de pruebas y argumentaciones racionales. No se trata solo de aplicar normas. La decisión judicial exige justificar qué hechos se consideran verdaderos y por qué. Para ello, el juez debe valorar críticamente la prueba presentada. Se rechaza la idea de verdad absoluta en juicio. En su lugar, se propone una verdad razonable y justificable públicamente. La prueba no es un simple dato, sino un objeto de interpretación y análisis argumentativo. El autor plantea que decidir hechos requiere criterios lógicos, coherentes y comunicables. Se reconoce que todo proceso judicial enfrenta incertidumbres. Por eso, el uso de pruebas debe orientarse por principios de racionalidad y transparencia. El juez no inventa los hechos, los construye mediante una valoración controlada. Esa construcción debe ser comprensible, objetiva y abierta a revisión crítica.
La obra también destaca la importancia del lenguaje jurídico en la formación de los hechos. Los jueces no solo reciben pruebas: las interpretan en un marco normativo y discursivo. La argumentación probatoria debe ser clara, estructurada y basada en estándares aceptables. No basta con decir qué se decidió, es necesario explicar cómo se llegó a esa conclusión. El libro advierte sobre el peligro del uso arbitrario de la prueba. Reivindica una teoría de la prueba que sea racional, abierta al diálogo y comprometida con la justicia. Se propone un modelo deliberativo donde los hechos no son obvios, sino discutidos. Esta visión fortalece la legitimidad de las decisiones judiciales. La verdad procesal, aunque limitada, debe ser construida con rigor. Solo así el proceso puede ser garantía y no simulación. En definitiva, se busca una práctica judicial que combine lógica, ética y compromiso democrático en la decisión de los hechos.