Bricolage
Al ritmo de versos alejandrinos monorrimos, formando la estructura estrófica de la cuaderna vía, el poeta comienza emulando el mester de clerecía y mostrándonos una poesía cuidadosamente elaborada, contradiciendo sus intentos de hacer creer al lector que su poesía se encuentra al «margen del oficio», y se nos da a conocer como un gran maestro en la retórica de la captatio benevolentia. El poema prólogo en cuaderna vía presenta los temas serios de los que va a tratar el poemario (preferentemente el paso del tiempo, los recuerdos, la nostalgia, el amor, lo efímero, la muerte y la nada), pero con una perspectiva irónica, quitando hierro a lo que, en teoría, es pura creación artística.
El propio título, Bricolage (que utiliza una tipografía galicista), parece insinuarnos que su poesía está realizada por un poeta aficionado y que se manifiesta en un «discurrir callado»; sin embargo, desde los primeros versos del libro no podemos encajar su autoría a un artífice que improvisa. En su poesía hay un perfecto equilibrio entre la tradición literaria y la aportación de originalidad, tal y como concebía Luis Cernuda la creación poética.
Nos sorprenderá la variedad de estrofas clásicas perfectamente elaboradas: la ya mencionada cuaderna vía, el soneto, las estancias, los cuartetos, hasta llegar a composiciones más populares como el romance o romancillo, que también utilizaron los poetas que escribían composiciones cultas, sin renunciar al verso libre e incluso a la ruptura de la estructura de la estrofa propia de la poesía vanguardista.