Gestionando la despoblación
Los países más desarrollados padecen en la actualidad un proceso de cambio demográfico caracterizado por bajas tasas de natalidad, elevado envejecimiento, movimientos migratorios constantes y vaciamiento poblacional de las áreas rurales. España no es ajena a los problemas demográficos globales y, en concreto, varias Comunidades Autónomas y provincias del interior nacional padecen un declive de efectivos humanos.
La reactivación de la salida de la población de los territorios del interior ha rebajado de nuevo los padrones de habitantes desde el inicio del siglo XXI con laxas ocupaciones espaciales. La débil densidad de población de muchas áreas rurales, por debajo de los umbrales de sostenibilidad social, económica y medioambiental, ha puesto en alarma a las instituciones y a la ciudadanía. El objetivo de esta contribución de la academia es aportar soluciones creativas e inteligentes a uno de los retos demográficos más trascendentales para reducir la brecha interterritorial y alcanzar la ansiada cohesión territorial. Gestionando la despoblación
Luis Alfonso Hortelano Mínguez
Doctor por la Universidad de Salamanca con la tesis Desarrollo rural y turismo en Castilla y León
Despoblación y despoblamiento son dos fenómenos demográficos relativos a la pérdida masiva de habitantes de un espacio geográfico. La despoblación se produce cuando el crecimiento natural es negativo, es decir, cuando la mortandad es mayor que la natalidad (lo que puede deberse al envejecimiento de la población o a otras causas); mientras que el despoblamiento se produce cuando lo que es negativo es el crecimiento total de la población, lo que implica que el saldo migratorio no compensa el decrecimiento natural (o incluso revierte el crecimiento natural que aun exista). Ambos fenómenos pueden darse a la vez, o bien solo uno de ellos