Testamento ológrafo electrónico (Una propuesta de lege lata)
El testamento ológrafo se caracteriza, fundamentalmente, porque no exige la presencia de
testigos ni de notario en el momento del otorgamiento. Se trata, así, de un testamento privado,
en tanto que es escrito íntegramente por el testador -único interviniente-, y secreto -tanto en su
contenido como en su propia existencia-. La regulación del referido testamento en nuestro Código Civil
ha permanecido prácticamente intacta desde sus orígenes. Sin embargo, es posible -y necesario- que el
ordenamiento jurídico se adapte a los cambios que experimenta nuestra sociedad. Y esa adaptación puede
llevarse a efecto sin necesidad de una reforma legal, sino por vía interpretativa. En esta monografía, el autor,
a través de una interpretación sociológica, plantea la posibilidad de un testamento ológrafo escrito con medios
mecánicos y firmado con firma electrónica -un testamento ológrafo electrónico-. Una propuesta de lege lata que
terminaría con algunos de los problemas que suscita el testamento ológrafo y que, en cualquier caso, respeta la
ratio legis del art. 688 CC: facilitar el derecho a testar.
AUTOR : MANUEL GARCIA MAYO
Natural de Sevilla, donde se licenció en Derecho y cursó, posteriormente, el Máster en Relaciones Jurídico
Privadas, obteniendo el Premio Extraordinario Fin de Estudios otorgado por la Universidad de Sevilla.
Es especialista en Derecho de Familia y Sucesiones y Experto en Procedimientos Matrimoniales Canónicos,
por las Universidades Pablo de Olavide e Hispalense, respectivamente. En la misma Universidad de Sevilla
se doctoró en Derecho con la calificación de «cum laude» por unanimidad y mención internacional.
Ha sido autor de diversos trabajos relacionados con diferentes materias de las que conforman el Derecho Civil,
y publicados en distintas editoriales de reconocido prestigio en forma de artículos, capítulos de libros y monografías.
Ha impartido, asimismo, diferentes conferencias tanto en nuestro país como fuera del mismo, habiendo cultivado su
faceta investigadora con estancias en universidades italianas, portuguesas o cubanas. Su vinculación con la práctica no
solo tuvo lugar en los años en que ejerció como abogado, sino que, actualmente, colabora con bufetes de reconocido
prestigio como ADALTE ABOGADOS.