El Pabellón de Oro
En primer lugar, Mizoguchi es un joven poco agraciado, lo que lo ha convertido en un ser solitario, taciturno y acomplejado. El mal y lo trágico invaden sus pensamientos. Su única fascinación es el Pabellón de Oro de Kioto, del que su padre, monje budista, le ha hablado como la encarnación de la suprema belleza.
Tras su muerte, Mizoguchi entra como novicio en dicho templo. Se pasa el tiempo admirándolo: es su único objeto de deseo, su obsesión. Pero cuando despierta en él la sensualidad, esta belleza suprema se va a interponer en sus relaciones amorosas. Le va a impedir tener otras admiraciones o afectos, convirtiéndose en un obstáculo para la vida de verdad.
En conclusión, En El Pabellón de Oro Yukio Mishima regresa a algunos de sus preocupaciones recurrentes: la pugna entre la belleza y su destrucción, entre la vida y la muerte, entre eros y tánatos; entre el nihilismo y la aceptación de lo irremediable, reflejo del Japón, a su parecer, decadente y humillado tras la guerra.Traducción de Carlos Rubio
Yukio Mishima
Yukio Mishima (三島 由紀夫 Mishima Yukio?, Tokio, 14 de enero de 1925, 25 de noviembre de 1970), cuyo nombre de nacimiento era Kimitake Hiraoka (平岡 公威 Hiraoka Kimitake),fue un novelista, ensayista, poeta, dramaturgo, guionista y crítico japonés.
Considerado uno de los más grandes escritores de Japón del siglo xx, es reconocido como uno de los más importantes estilistas en lengua japonesa de posguerra. Las obras se caracterizan por mezclar la estética moderna y el tradicionalismo japonés con enfoques en la sexualidad, la muerte y el cambio político. Candidato al Premio Nobel de Literatura en 1968, el galardón recayó en su mentor Yasunari Kawabata. La editorial Shinchōsha, que publicaría buena parte de sus trabajos, instauró en 1988 el Premio Mishima Yukio en su honor.