La protección internacional de los migrantes en la UE
Cada vez son más las personas obligadas a dejar sus hogares por el riesgo de sufrir en el propio país persecuciones y violencia debido a la existencia de un contexto de involución democrática, de un conflicto bélico o de una catástrofe ambiental. Pensar en las crisis migratorias como en un problema de pocos es sin duda un planteamiento equivocado, con el que no se quiere entender que sus efectos se proyectan en la UE en su conjunto, en sus estructuras y principios básicos, que se ven profundamente menoscabados. Por ello, es necesario reflexionar sobre cómo se ha modificado el alcance, el contenido y los efectos de las instituciones en las que se concreta la protección internacional, para determinar en la medida de lo posible las mejoras que se podrían aportar en la necesaria y urgente reforma del sistema. Estos son los principales objetivos de la presente publicación. Se trata de una temática no solo de extrema actualidad sino muy oportuna, puesto que los flujos migratorios hacia Europa no están destinados a reducirse, sino todo lo contrario, y una mala o deficiente gestión, como la que actualmente se está llevando a cabo, podría tener un impacto muy negativo en el proceso de integración, impulsando políticas restrictivas y xenófobas, que producen una regresión en la tutela de los derechos fundamentales, y perjudican la construcción del espacio de LSJ.