Afectividad y disidencias de facticidad
El tema de este libro es el resultado provisional, siempre provisional –cuando se trata de la vida cotidiana del existente–, de uno de los fenómenos más comunes y corrientes de esa cotidianidad: la afectividad. Siempre nos encontramos afectados por algo, ya se trate de algo agradable o algo desagradable. Transitamos el día insertos en una disposición afectiva, que, lo queramos o no, determina la índole de nuestras relaciones con los otros y con las cosas. Este componente estructural ateórico de nuestra existencia es algo que se da de manera inmediata, es decir, es un fenómeno fáctico, un punto de partida, que guía y orienta nuestra manera de interpretar las diversas situaciones en las que podemos encontrarnos. Debido a esto, podemos disentir de la facticidad, podemos reaccionar de diversas maneras ante el encuentro con un mendigo, con una amiga, con una llamada afortunada o inoportuna, con un libro que despertaba nuestro interés, pero que, al leerlo, lo dejamos en la mesa por resultarnos aburrido. Sin embargo, en este libro, la facticidad es la afectividad, algo que, en principio, puede sorprender, por cuanto se trata de dar con aquellos fenómenos de los que el existente disiente afectivamente. ¿Qué es eso de disentir de la facticidad? ¿cómo se puede disentir de lo fáctico? Cuando un médico te dice: tiene usted una enfermedad incurable… Toma lo que se te da tal como se te da. Así es la disensión, una respuesta, que puede ser a la contra, a lo que se te da. Afortunadamente, en este libro, cada autora y cada autor, no se ha encontrado con una disidencia tan radical, aunque si con una determinada respuesta afectiva de carácter situacional.