Una salida honrosa
Uno de los conflictos modernos más prolongados del siglo xx fue la guerra de Indochina, y sin embargo apenas se le ha prestado atención. Una salida honrosa narra cómo, por un revés sin precedentes de la historia, dos grandes potencias mundiales, Francia y Estados Unidos, fueron derrotadas por un pueblo pequeño, el vietnamita, y nos introduce en la cadena de intereses que conducirá al desastre. En escenas memorables, Éric Vuillard nos acerca tanto a los explotados recolectores del caucho como a los generales que guiaron la contienda, mientras describe una inquietante comedia humana. ¿Cómo reaccionaron los políticos? ¿Qué secretario de Estado estadounidense propuso utilizar la bomba atómica para solucionar el conflicto? ¿De qué habló un alto mando del ejército francés, apóstol del napalm, en la televisión norteamericana? Y, bien pensado, ¿preferimos el confort de la ficción al vértigo que nos provoca la realidad? Lo cierto es que la guerra de Indochina nos permite entender cómo hoy, en Afganistán, en Mali, en cualquier lugar, seguimos buscando en vano una «salida honrosa».
Éric Vuillard (Lyon, 1968) es autor, entre otras obras, de Conquistadors (2009), que obtuvo el premio Ignatius J. Reilly 2010, y Tristeza de la tierra (2014), premio Joseph Kessel 2015. En su obra 14 de julio (premio Alexandre-Vialatte 2017) narró con pasión el día de la toma de la Bastilla. Con La batalla de Occidente, sobre la Primera Guerra Mundial, mereció el premio Franz Hessel 2012 y el Valery-Larbaud 2013, y con La guerra de los pobres quedó finalista del Booker Prize Internacional. El orden del día, obra merecedora del prestigioso Premio Goncourt 2017, que narra las bambalinas del ascenso de Hitler al poder, mereció el aplauso de los lectores y de la crítica: «Una fulgurante obra maestra» (Mercedes Monmany, Abc Cultural); «Sus reverberaciones sobre el presente son escalofriantes» (Antonio Lozano, Quadern de El País); «Recibirán el impacto de una verdad que no se puede coger, porque es un cuchillo sin mango» (Francesc-Marc Álvaro, La Vanguardia); «Una novela que galopa la historia agarrada a las crines, sin silla de montar» (Manuel Rivas, El País Semanal); «Un artefacto literario tan potente que hace estallar la conciencia cívica del lector» (Jordi Amat, Cultura/s de La Vanguardia).