Es sorprendente y frecuente que cuando se invita a alguien a recordar y compartir una experiencia inexplicable que haya tenido a lo largo de la vida, aparecen muchas historias inverosímiles, y seguramente no surgen más porque el ser humano, que ha llevado la lógica a las más altas cotas de desarrollo, tiende a descartar aquello que no puede explicar y, en consecuencia, a enterrarlo en el fondo de su memoria.
Los 16 relatos que forman esta antología dan una buena muestra de que la vida sigue siendo, afortunadamente, un misterio insondable, una aventura maravillosa y una caja de posibilidades y sorpresas inagotables que nos conectan con lo más profundo de la existencia, lo que está pero no se ve, lo que es y será y nos trasciende, queramos o no detenernos a intentar comprenderlo.