Días sin rostro Diarios 2020-2021
Fui anotando en ese tiempo el difícil respirar del mundo, su sonido, que era como un eco del tamborileo de la muerte. Quise registrar en el papel las idas y venidas del miedo, la acidia y quebranto de aquellos días a la espera de la piedad de un dios, respirando una luz oscura. Tantas veces solo, mirando el destello horizontal y desmayado de las tardes. Temor y temblor.
Ahí dejo, al inicio, unas páginas —leídas una vez en público— sobre los libros y la vida. Y anotaciones sobre esos dos años insólitos y salvajes. Y otros textos, fragmentos de horas, jornadas o noches que no acabaron de escurrirse entre mis dedos. En unos percibiréis un murmullo, un tintineo; en otros, al recorrer su camino y entre una nube de polvo, podréis oír cómo en aquellos días creció el silencio.