Descripción
Por primera vez en la historia de la tecnología un objeto ha colonizado completamente nuestro espacio vital, interfiriendo en todas nuestras actividades cotidianas. Ni la radio a transistores, ni el walkman o el discman, ni las videoconsolas portátiles, ni tan siquiera el reloj de pulsera o el automóvil habían logrado llegar tan lejos. El smartphone se nos ha revelado como el instrumento definitivo: no hay nada que no podamos hacer, visualizar, comunicar, recibir, comprobar o satisfacer mediante aplicaciones móviles diseñadas para todos los usos imaginables. Casi todos nosotros hemos adquirido así la costumbre de mirar e interpretar la realidad continuamente a través de una pantalla táctil. Pero, ¿nos gusta lo que vemos?